Jair Bolsonaro da por hecho que será condenado. El 2 de septiembre comienza el tramo final del juicio por el intento de golpe de estado contra Lula en donde se decidirán las condenas a los acusados y el ex presiente no tiene presidente no tiene expectativas de una resolución favorable.
Su entorno, sin embargo, considera que pueda darse una condena bastante menos a la de 40 años que propone la Fiscalía y que el juez Alexander De Moraes está dispuesto a llevar a cabo.
En paralelo a esto, la derecha define los nombres de los posibles candidatos que reemplacen a Bolsonaro en 2026 en un marco de extrema tensión.
Bolsonaro evalúa no apoyar a ningún candidato y llamar al voto nulo
El clan está enojado con los gobernadores que lanzaron sus candidaturas como el mineiro Romeu Zema y el paulista Tarcisio Gomes da Freitas porque creen que no están lo suficientemente comprometidos con denunciar la cárcel de Bolsonaro y especulan con heredar la candidatura.
Entre los reclamos está el compromiso para el indulto en caso de asumir el poder, ejercer presión al Congreso para una amnistía a los presos por el intento del golpe y avanzar con el impeachment contra Alexander de Moraes.
Por eso, como adelantó LPO, los Bolsonaro parecen haber descartado el apoyo a alguno de ellos para inclinarse por un integrante de la familia. Por estas horas, surgió la versión de Michelle Bolsonaro, la ex primera dama que estará ganando consideración ante la imposibilidad de Eduardo que esta en Estados Unidos y Flavio que no tiene intenciones de jugar.
Michelle levantó el perfil con las convocatorias para dar la oración con los seguidores de Bolsonaro que piden su liberación. El problema para la derecha es que esta posición de intransigencia de los Bolsonaro puede derivar en una fractura que facilitaría las cosas a Lula.
Guerra en la derecha brasileña
Esa división alcanza también al Partido Liberal, cuyo presidente Valdemar Costa Netto y el Senador Ciro Nogueira presiona para cerrar con Tarcisio.
Como publicó este medio, en el bolsonarismo también barajan otra posibilidad que es llamar al voto nulo como Evo Morales en Bolivia, medir el nivel de apoyo popular y deslegitimar al gobierno que asuma.